jueves, 3 de septiembre de 2009

EL ESPACIO VITAL

Llega el momento en la vida del ser humano (también en los animales ocurre y de manera mucho más automatizada) en que necesita un espacio vital propio, independiente de la familia de origen. En el ser humano (y en la naturaleza) este momento llega cuando se constituye una pareja con fines perpetuadores de la especie en cada caso. En la llamada civilización occidental la perpetuación de la especie por medio de la constitución de una pareja y la emancipación de la familia de origen ya no es norma rígida en el planning vital de las personas, por diversos motivos. Pero la necesidad de un espacio vital propio sigue ahí. En el caso de las personas con diversidad funcional también. Lo que ocurre es que la sociedad y las administraciones han condenado a estas personas a vivir en un estado de infantilismo social, relegando a estas personas al ámbito familiar. Pues es al ámbito familiar a quién la sociedad encarga-delega todo lo concerniente a estas personas de por vida, relevándose ella de toda responsabilidad. Así tenemos que habiendo normativas que apoyan e incentivan la integración laboral de estas personas se de un 40 % de paro entre ellas, que las leyes de accesibilidad universal se vulneren tan a menudo, que la pensión media por discapacidad quede tan lejos de permitir una vida digna y emancipada de la familia de origen, la inaccesibilidad económica de una vivienda digna, o que en la reciente Ley Para la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia se de prevalencia a la prestación para el cuidador familiar en detrimento absoluto de la Asistencia Personal que casi no se oferta en la práctica, y si se hace, con cuantías insuficientes; por poner sólo unos ejemplos. Si a esto añadimos el extremado proteccionismo de la familia hacia estas personas, proteccionismo que muchas veces aniquila el pleno desarrollo como adultos de las mismas dentro de sus propias posibilidades individuales, tenemos que, o bien la persona asume un singular síndrome de Peter Pan, o desarrolla un sentimiento de frustración y desesperanza que les relega a una actitud de total pasividad y fatalismo.
Y.. ¿dónde queda aquí la necesidad del espacio vital de todo ser humano adulto? La lectora o el lector bien pueden sacar sus propias conclusiones….


T. Recio

1 comentario:

Morayma Nazarí Amaral dijo...

Me siento totalmente indenficada con el texto..