miércoles, 26 de octubre de 2011

Performance: Puedo. Puedes. Podemos!

Barcelona. El pasado sábado 22 de octubre, se realizó la Segunda performance participativa "Puc. Pots. Podem!" sobre las necesidades y capacidades afectivo-sexuales de las persones con diversidad funcional.


A continuación, compartimos con vosotros, el texto explicativo sobre la performance, que los creadores de tan necesaria y creativa iniciativa; nos han hecho llegar:

"Hola soy la To. Soy mujer de empuje y deambulo con silla eléctrica. Tengo una diversidad funcional evidente que se conoce como “parálisis cerebral”, adquirida en el momento de nacer. A consecuencia de esto, tengo mucho descontrol de movimiento corporal, que además hace que mi locución, a la vez que la comunicación, no pueda sonar del todo clara, en un primer momento.


Con esta performance que tenéis delante, queremos hacer visibles las pocas opciones que tenemos las personas como yo de poder disfrutar (o tener) una vida afectivo-sexual llena, con las mismas oportunidades que una mayoría.
El objetivo de esta acción es tan simple y tan complejo como ampliar el imaginario colectivo de esta sociedad. ¿Qué queremos decir con esto? Pues muy sencillo: cuando cualquiera de nosotros piensa, desea, imagina tener una relación afectivo-sexual con alguna persona, nunca, o casi nunca, aparece una mujer como yo. ¿Por qué pasa esto? Porque cuando alguien tiene una discapacidad manifiesta, una diversidad funcional evidente o una estética poco estandard, no encaja dentro de los esquemas construidos por los prejuicios, tabúes y otros, que hacen que los límites de nuestro imaginario colectivo sean rígidos, impermeables y opacos.


Lejos de esta opacidad no deseada, os presentamos a la Tori, la muñeca hinchable que va con silla de ruedas. Se trata de una doble metáfora: por un lado os muestra claramente su erotismo y la sexualidad explícita que tenemos las personas con diversidad funcional, y por otro lado, también hace patente la visión que la sociedad tiene de estas personas. La muñeca representa a ese ser vacío, de plástico, lleno de aire, sin personalidad, sin capacidad ni necesidad de afecto ni sexualidad. ¿No se parece esta muñeca a cómo vemos a las personas con diversidad funcional respecto a su sexualidad?
Por un lado, la Tori representa el imaginario colectivo vigente y por ello se encuentra rodeada de ladrillos que simbolizan un esquema mental muy poco flexible y limitado; que impone la clasificación de las personas a través de rótulos fijos y estigmatizantes. Cada ladrillo representa los prejuicios, los tabúes, la vergüenza, la infravaloración y la ignorancia que llevan a limitar nuestra forma de pensar, de querer, de elegir, de buscar, de mirar... que nos impiden ver más allá de la primera evidencia.

Por otro lado, lejos de ese imaginario colectivo tan minúsculo, nos encontramos las personas reales, que aunque hemos bebido del mismo imaginario queremos dinamitarlo por causar exclusión y marginación, en tanto que afecta a todas las personas que no cumplimos con la lógica de producción capitalista y no tenemos un cuerpo normativo y estándar.
Con esta acción pretendemos visibilizar que en la sociedad existen diferentes realidades y que no todas convivimos, al estar dominados por un paradigma de homogeneidad profundamente excluyente que no da cabida a personas que se salen de una pretendida normalidad.

Los globos que me rodean simbolizan un campo de amapolas que representan las posibilidades y oportunidades que me pertenecen por el hecho de existir.
Sólo dinamitando este imaginario colectivo cargado de prejuicios se podrá ver a las personas con diversidad funcional como personas con multiplicidad de significados, posibilidades y oportunidades. Esto también nos permitirá liberarnos de nuestra opaca máscara social.
Nos gustaría que esta acción fuera como una ventana abierta para que entrara el aire fresco y nos ayudara a liberarnos a tod@s junt@s de los ladrillos escondidos que tod@s llevamos. Podemos, puedes, puedo!".
To Monreal Serra





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Del blog: "Mitología de la Sexualidad Especial"

lunes, 24 de octubre de 2011

María José Moya: «Sin piernas, yo bailo con los ojos, con el alma, ¡con todo!»

«Si había enterrado el sueño de ser actriz, ¿adónde iba a llegar con el baile? Pues hoy sé que si deseas algo con la suficiente fuerza se cumple». «Yo soy coja, y ahora ni eso, porque voy en silla de ruedas, pero toda mi vida lo he sido. ¿Y para qué buscar otra palabra? ¡Qué complicado!»

VIRGINIA RÓDENAS
Día 19/10/2011


MIGUEL BERROCAL



Esta andaluza criada en Barcelona fue baloncestista paralímpica en Barcelona 92

Cuántas veces dijo «no será posible»?

-Con 7 años y muchas lágrimas enterré el sueño de ser actriz. Lo impactante fue que cuando el año pasado empecé con la danza volvió a aparecer la frase «ten cuidado con lo que sueñas». Yo ya bailaba, estaba haciendo los talleres de baile... Y eso estaba ahí. Llevaba siete años actuando en teatro amateurcon un grupo de Lleida, pero ahora sentía lo que es ser bailarina. Y si había enterrado el deseo de ser actriz, ¿adónde iba con el baile?, ¿cómo decir a mi familia que quería bailar? ¡Era el colmo! Pues hoy sé que si quieres algo y lo deseas con la suficiente fuerza se cumple el sueño. A mí me ha pasado.

-¿Y cómo se baila sin piernas?

-Con los ojos, con el alma, ¡con todo!

-¿Qué le da la danza, la música?

-Vida. Es magia. Me encanta la frase «bailar es soñar con los pies». Pero también es analgesia, vitaminas...

-Y cuénteme, ¿cómo es la vida sin caminar?

-Es que si creces así ni te lo planteas. Con 18 meses me contagié con el virus de la polio. Había una gran pandemia y en España no se había instaurado aún la vacuna. Por mi enfermedad, mis padres decidieron emigrar desde su pueblo, cerquita de Sevilla, a Barcelona, que era donde me habían operado por primera vez. Allí me crié, conocí a mi marido y tuve a mis dos hijos. Intentas entrar en la vida laboral, y hablo de los años 70, cuando contratar a un cojo era aún más complicado, pero una vez que estás ahí empiezas a normalizarte, te independizas y no te cuestionas nada. Cuando tuvimos a nuestro primer hijo la familia se echaba las manos a la cabeza porque al salir de la clínica decidí irme a mi casa con mi niño y mi marido, que también va en silla de ruedas. ¿Y adónde creían que iba a ir, a casa de mi madre o de mi suegra a que me dieran sopitas? No, no, a mi casa y ya me apañaré. Tenía muy claro que tenía un hijo para ser responsable y no para seguir colgada de mis padres.

-Se llama a sí misma «coja». Usted no se anda con rodeos: a las cosas, por su nombre.

-Siempre. Yo soy coja, y ahora ni eso, porque voy en silla de ruedas, pero toda mi vida lo he sido. ¿Y para qué buscar otra palabra? ¡Qué complicado! Manco, cojo... La verdad es que me dicen «¡qué bruta eres, Jose!». Ahora nos llaman «personas con diversidad funcional», pues vale... y ahí lo engloban todo: al cojo, al ciego, al manco...

-Su cojera no la paró ante nada. Fue jugadora de baloncesto y participó en Barcelona 92.

-Empecé a jugar al baloncesto con 12 o 13 años. Desde hace cinco años voy en silla de ruedas, pero antes caminaba con muleta, aunque el deporte adaptado es siempre con silla. Jugué hasta los 33 años. Pero ha costado mucho que arrancara el baloncesto femenino en España, así que imagine el baloncesto adaptado, ¡el colmo! Incluso para los JJ.OO. de Barcelona costó muchísimo que arrancara la selección femenina sin apoyo de la Federación. Y sin ese respaldo es muy difícil... Si quieres hacer deporte lo tienes que sacar de tu trabajo, tus vacaciones, y teníamos competiciones europeas, los mundiales... Un gran sacrificio. Y todo por amor al arte, pero cuando algo te gusta...

-¡Cuánto aprenderán de usted sus hijos!

-Están orgullosos, pero ellos no ven a sus padres como algo extraordinario, para ellos sus padres son como los demás, y eso es lo que más me gusta.

-¿Temió que pasaran por lo mismo que usted?

-Ufffff. Tras una de las vacunas de calendario que le pusieron al mayor, se quejó de la pierna y la encogía. El pediatra me dijo que podía ser que le hubieran cogido un nervio, pero también que la misma vacuna provoque la enfermedad. Y yo tan fría, se lo prometo. Porque ante las cosas hay que buscar solución y vivir. ¿No me había pasado a mí y estaba ahí? Me da más miedo cuando salen por la noche.

-¿Su próximo desafío?

-Que «Black Out» tenga muchos bolos y podamos enseñarla, porque vale la pena. Y como la vida me ha ido regalando tantas cosas, coger lo que venga, estar atenta para pillarlo y que no se me escape nada.



ABC.es





domingo, 23 de octubre de 2011

Desnuda y con sombrilla.


Del blog "MITOLOGÍA DE LA SEXUALIDAD ESPECIAL"

viernes, 21 de octubre de 2011

«Muchas mujeres ni siquiera se dan cuenta de que están siendo víctimas de abusos»

ABC.es
SOCIEDAD

INMA ZAMORA / MADRID
Día 21/10/2011 - 12.24h


Las mujeres con discapacidad intelectual conforman la «cara B» de la violencia de género. En muchos casos no son capaces de reconocerse como víctimas y, cuando lo hacen, encuentran multitud de trabas para ser creídas.

La sociedad ha tomado conciencia en los últimos años de la lacra que la violencia de género supone y que recuerdan cada una de las muertes que a menudo golpean las estadísticas. Es cierto que las políticas y acciones encaminadas a favorecer la protección de la mujer frente a posibles casos de violencia machista han tomado un gran impulso promoviendo medidas que, aunque efectivas en muchos casos, no han sido capaces de poner freno a algo que en España todavía justifican casi 600.000 hombres.
No es lo único alarmante en lo que a violencia de género se refiere. En nuestro país, un elevado número de mujeres conforman la denominada «cara B» de la violencia de género y que en raras ocasiones sale a la esfera pública. Se trata de mujeres con discapacidad intelectual cuyos casos se desconocen debido a que la mayoría de las veces ni siquiera se dan cuenta de que están siendo agredidas.
Muchas personas conforman la parte humana y también numérica que no se ve en las estadísticas. Para ayudar a que sean visibles, Mª Ángeles, también con discapacidad intelectual, dedica su vida a enseñar a otras mujeres cómo identificar que están siendo física o psicológicamente agredidas. Conocemos lo tremendo de estos casos gracias al documental «También somos mujeres», dirigido por Diana Nava y producido por la Federación de Organizaciones en favor de personas con Discapacidad Intelectual de Madrid (FEAPS). El vídeo recoge los testimonios de cuatro jóvenes con discapacidad intelectual que, pese a sus dificultades para llevar a cabo una vida normal, han conseguido logros que hace poco cualquiera hubiera considerado impensables.
Mª Ángeles forma parte de uno de los grupos de mujer del colectivo AMÁS y de la Unidad de Desarrollo sectorial de mujer de FEAPS Madrid. Historias de las mujeres como las que ahora enseñan plasman una de las realidades más duras de la violencia de género: mujeres que, debido a su discapacidad intelectual, no son ni siquiera capaces de reconocerse como víctimas de una agresión y que, en el caso de serlo, encuentran multitud de barreras para ser creídas.
«En muchas ocasiones, la mujer agredida no sabe si le está pasando algo malo»
Gisela Villaró es responsable de calidad de FEAPS Madrid y explica a ABC la desesperación de las mujeres ante un problema que ni siquiera es reconocido a nivel social: «La discapacidad lo eclipsa todo. Anula totalmente la perspectiva de género y hace que no se aborden ciertos problemas tales como la violencia machista. Cuando miramos a una persona con esta característica lo primero que vemos es su problema y dejamos de pensar en todo lo demás». Gisela conoce de primera mano la situación de estas mujeres y afirma que la discapacidad hace que los casos de violencia de género sean raramente identificables en este colectivo. No es el único problema. «Ni siquiera ellas mismas saben que son víctimas de abusos. Se les ha recalcado tanto su condición de discapacitadas que no se ven en otros espacios».
Sin denuncias y estadísticas
Ambos problemas de identificación explican la falta de denuncias en este tipo de situaciones. «Al no ser conscientes de lo que ocurre no denuncian y por ello no reciben tampoco un tratamiento específico, ni orientación...y claro está, tampoco aparecen en las estadísticas».
Pero existir, existen, y para muestra un botón: las sesiones explicativas que FEAPS organiza y en las que Mª Ángeles enseña qué es la violencia de género y cómo reaccionar ante ella han hecho, en palabras de la propia organización, que hayan salido a la luz multitud de casos que ni siquiera las propias víctimas habían sido capaces identificar.
No en vano, hay ocasiones en las que la víctima sí denuncia a su agresor. En estos casos «la mayoría, lamentablemente» para Gisela, las mujeres no son creídas. «El testimonio del agresor tiene mucho más peso fruto de la discapacidad de la mujer. Ellas no saben explicarse, se confunden, se ponen nerviosas...». Al agresor, por ello, no le resulta complicado «aprovechar este desconcierto».
«Las cifras son nuestro gran handicap. No podemos hacer estudios por falta de datos»
Lola Treviño preside el Observatorio de la Mujer en FEAPS, cuyo objetivo es conseguir la mayor visibilidad posible para las mujeres con discapacidad intelectual. Para ello, la institución lleva a cabo distintas acciones, como el documental «También somos mujeres», así como la elaboración de estudios e investigaciones que dan a conocer la situación real de las mujeres con discapacidad. «A día de hoy todos los estudios son necesarios. Las cifras son nuestro gran handicap, ya que no podemos elaborar análisis debido a la falta de datos». Al igual que Gisela, Treviño señala como principal barrera el desconocimiento de la situación por parte de la víctima: «no saben muchas veces que están siendo maltratadas y, cuando lo saben, su discapacidad no les permite diferenciar lo que es normal de lo que no lo es. No saben si lo que les está ocurriendo es malo».
¿Cómo actuar?
Cuando una mujer es agredida física o psicológicamente el primer paso es la denuncia. También en los casos de mujeres con discapacidad intelectual, aunque es necesario seguir otros cauces. Lo recomendable, según el Observatorio para la Mujer de FEAPS, es acudir al entorno más directo para recibir ayuda a la hora de explicar los hechos y denunciarlos, así como para contar con un apoyo durante todo el proceso de la denuncia. «Ha de ser alguien que sepa cómo reaccionar en este tipo de situaciones, que tenga paciencia y dé todo su apoyo a la víctima», señala Gisela.
Si una de las marcas en la mayoría de mujeres que han sido o son víctimas de la violencia machista es la falta de autoestima, la cualidad se intensifica sin duda cuando la agredida sufre algún tipo de discapacidad. «No son escuchadas por su entorno y su credibilidad es prácticamente nula, eso daña tremendamente su autoestima y sienten que no son nada», señala Lola Treviño.
Es importante que la víctima se rodee de su entorno a la hora de denunciar los hechos
La presidenta del Observatorio de la Mujer en FEAPS señala, no en vano, que poco a poco «se están dando pequeños pasos» en la lucha contra el reconocmiento de estos casos». «Creemos que poco a poco nuestro mensaje está calando en la sociedad, en las insituciones. Este ha sido un tema completamente obviado durante mucho tiempo, pero parece que empiezan a escucharnos». Gisela Villaró también señala que «empieza a haber avances», aunque es realista y sabe que los progresos serán lentos «debido a la escasa demanda».
Pese a todo, Mª Ángeles se siente tremendamente realizada gracias a la posibilidad de explicar mediante sesiones de formación cómo reaccionar ante el maltrato: «Creo que debería haber más personas que hiciesen lo mismo que nosotros, además de más recursos para mujeres», relata a ABC, al tiempo que asegura: «Lo peor que puede hacer una mujer agredida es retirar la denuncia, no deben hacerlo nunca porque ese es el único camino a seguir».

jueves, 20 de octubre de 2011

TE HABLO A TI


Como parte tuya, yo ciudadana con diversidad funcional, te hablo a ti Sociedad, porque si, yo sé hablar por mi misma, sé decidir lo que quiero.
Quiero justicia, libertad, igualdad de oportunidades, educación integradora, trabajo digno, que mis derechos humanos se respeten en definitiva. Que se cumplan las Leyes que propugnan mis derechos, sin subterfugios que permitan saltárselas a la torera. Ni que tú mires para otro lado si eso ocurre. Quiero que valores mi diversidad funcional como parte de la diversidad humana, y no como algo que me hace valer menos o ser menos capaz. Quiero que me trates como tù quieres que te traten a ti, con justicia y equidad, con corrección y respeto. Te diré que de nada me sirven tus palabras biensonantes, ni tus palmaditas en la espalda, ni tu falso trato de favor, ni tus lágrimas fáciles. Al contrario.
Yo, como miembro tuyo que soy, te demando justicia, igualdad de oportunidades, libertad para decidir como quiero vivir, apoyos que me lo permitan, un trabajo digno, y en resumidas cuentas, que se respeten mis derechos humanos ¡YA! pues mi vida transcurre en el mismo nivel espacio-temporal que el resto de tus miembros. Y tengo las mismas necesidades vitales, LAS MISMAS.

Trini Recio

miércoles, 19 de octubre de 2011

Una mujer sorda, directiva de IBM, expone ante el Senado de EE.UU las necesidades formativas del alumnado sordo

Publicado el 19/10/2011a las 00:00 en la sección: Comunidad Sorda » Otros

Seth Bravin, licenciada en Gallaudet y directora del área de Estrategia de una de las principales empresas de informática del Mundo IBM y sorda se presentaba ante la Comisión para la Discapacidad del Senado de Estados Unidos para defender una mejora de las políticas sociales para la comunidad sorda.
Seth Bravin hablaba a los senadores desde la experiencia que le dan sus nueve años en IBM en el desarrollo de programas tecnológicos para estudiantes de secundaria sordos e hipoacúsicos, y como miembro del Consejo de Administración para la Lexington School for the Deaf y la Asociación de Maryland de Sordos.
La ejecutiva de IBM, reconoce que como profesional sorda y persona comprometida con los derechos y la inclusión de todas las personas con discapacidad, “tengo el honor de comparecer ante esta Comisión para encontrar métodos para mejorar los resultados de empleo para las personas sordas un tema que es a la vez una pasión personal y un enfoque parcial de mi trabajo en IBM.”
El problema es que el primer problema que deben enfrentar las personas con discapacidad, en los Estados Unidos y en todo el mundo. “Y el primero es superar el miedo a lo desconocido con respecto a las personas con discapacidad, que es el mayor inhibidor para el empleo”.
Seth asegura que sus padres le enseñaron que su sordera no era un factor limitante. “Al principio, me enteré de que mi sordera es un rasgo que me ayudó a facilitar el desarrollo de mis habilidades y perspectivas y que podría añadir un valor real en el aprendizaje y los ambientes de trabajo.
Seth Bravin destaca que fue la actitud positiva de sus padres, también sordos “y la certeza en mi capacidad de tener éxito lo que hizo que me decididiera a obtener un título de educación superior en La Universidad de Gallaudet.
Para esta profesional sorda “Gallaudet es una institución increíble que proporciona a los estudiantes sordos las herramientas para realmente tener éxito en la educación superior. Para los estudiantes que están dispuestos a desafiarse a sí mismos, Gallaudet también ofrece experiencias formativas que contribuyen directamente a facilitar la transición al mundo laboral para personas sordas.
Para esta experta es fundamental el fomento de la autoestima de las personas sordas basadas en el ejemplo de otros profesionales sordos. “Recuerdo que un profesor de Gallaudet que trabajaba en Merrill Lynch y otro de Cornell que trabajaba en Wall Street.” La propia Seth Bravin reconoce que para ella fue fundamental conocer a un profesional sordo con experiencia de trabajo real en Wall Street y que eso le causó una profunda impresión. “A través de mis relaciones con estos profesores, vi de primera mano la forma en que se puede prosperar en el lugar de trabajo. “El ejemplo de otras personas sordas me dio la seguridad y la determinación para perseguir mis metas. De otra parte también ha destacado que la tecnología es el "gran igualador" para las personas con discapacidad.

diario Signo

viernes, 7 de octubre de 2011

Diversidad funcional y crisis: Un silencioso clamor descompensado dispuesto a salir a la calle

SALUD - SALUD

JUEVES, 06 DE OCTUBRE DE 2011






(Un artículo de Mª Ángeles Sierra para inSurGente).-

15 de octubre: Que nada ni nadie ahogue nuestra verdad. Podemos y debemos hacer acto de presencia en la calle.


La libertad no consiste en tener un buen amo, sino en no tenerlo.
(Cicerón)


En situaciones normales, ajenas ala actual crisis económica, el drama que sufrimos las personas con diversidad funcional (discapacidad) es con mucho muy superior al del resto de la población estandarizada- por decirlo de alguna manera-, debido fundamentalmente a la falta de voluntad política y social para compensar de una forma individual y rigurosa el terrible agravio económico comparativo que tenemos que soportar para hacer frente al coste de servicios, mecanismos y herramientas que supone alcanzar nuestra igualdad de oportunidad es para llegar al mismo nivel del punto de arranque que el resto de la población. Algo que más que un derecho “nuestro”, debería ser entendido como un deber inexcusable tanto político, como económico y social. Y digo esto, porque estamos hablando de una realidad, que tanto de forma directa como indirecta, nos afecta a todos y cada uno de los ciudadanos y no podemos consentir una exclusión ni individual ni colectiva por mor de un sistema social primero mal entendido y finalmente mal hecho y despiadado.
Durante muchos años hemos sido testigos directos de la promulgación de infinidad de leyes internacionales, nacionales y autonómicas, normativas europeas, decretos, ordenanzas, programas y planes o celebraciones de costosísimos congresos y otro tipo de eventos, que si en algo nos ha hecho avanzar, ha sido en llegar los primeros, ahora en plena crisis, en ser de los colectivos más azotados por la injusticia capitalista neoliberal y devoradora que estamos viviendo.
Todo ese supuesto bien intencionado papel mojado -de cuya buena intencionalidad, personalmente siempre he dudado muy mucho-, nos ha llevado al punto en que hoy estamos.
La tasa de desempleo de las personas con discapacidad está cinco puntos por encima de la media, eso sin profundizar en que un alto nivel del empleo de las personas con discapacidad en este país es un empleo al más puro estilo tanto esclavizante desde el punto de vista pedagógico, como esclavizado, desde un punto de vista práctico, que apenas si da para que sean sólo unos pocos los que pueden llevar una vida normal y escogida de forma libre e independiente.
Pero no nos engañemos, esto no implica que el altísimo número de personas con discapacidad que no encuentra un trabajo reciba fondo social alguno. Lo reciben, sí, pero en cantidades miserables (345 euros mensuales), en la mayoría de las veces y en muy pocos casos, ya que para alcanzar el derecho a esta mísera prestación antes tienen que cumplirse una serie de rigurosos requisitos, derivados de esas mismas leyes y de las políticas del recorte que desde hace ya mucho tiempo, se nos vienen aplicando. Lo que finalmente nos lleva a que sin la posibilidad de alcanzar una autonomía económica, lejos de la tan cacareada inclusión propagandística, se nos excluye como ciudadanos.
En el área de educación no estamos mejor, por mucho que algunos se empeñen en vendernos lo contrario, y si no, que se escuche el que desde hace años viene siendo el clamor de miles de madres y padres porque no están dispuestos a que sus hijos por falta de dotaciones económicas y recursos humanos sean segregados, entre otras muchas razones éticas y humanas, porque de esa segregación se acabará enquistando un déficit de educación y formación de las que con el tiempo serán “culpados” y por tanto excluidos socialmente, siendo entendidos de un lado como carga social insostenible y de otro como ciudadanos improductivos en el mundo del trabajo.
Y por último -y para no extenderme demasiado, aunque la problemática da para mucho más-, los recortes en salud y en dependencia, al ser uno de los colectivos con mayor número de usuarios, ni qué decir tiene que volverá a situarnos socialmente en el mismo nivel del que veníamos, el de ser un grupo de ciudadanos ajenos, desconocidos, estigmatizados, invisibilizados y po rtanto, sistemáticamente discriminados, al abrigo del paradigma del modelo médico rehabilitador del que con mucho sacrificio y desde hace muchos años, las personas con diversidad funcional nos venimos alejando, para dar paso al nuevo modelo social de vida independiente, actualmente secuestrado .
De esta realidad, que se irá sin lugar a dudas con la actual crisis acrecentando y de la que ya podemos dar buena fe con datos de recortes de centros, atención en educación a la inclusión, prestaciones económicas que no llegan, sistemática negativa a tomarse en serio la necesidad, la productividad económica y el ahorro que implicaría la aplicación de la demandada e ignorada asistencia personal, etc., hay sin duda dos grandes responsables que, como siempre y frente a su responsabilidad, miran para otro lado.
Por línea directa esos que durante décadas han ido recabando fondos y prebendas a cambio de ser nuestros interlocutores válidos transformándose más bien en clase dominante, silenciadora e invisibilizadora de nuestros colectivos bajo el paraguas de ONGs; y aquellos otros que como tal les constituyeron, para quitarnos como fuerza demandante del medio a la par que se sirvieron de su falso visto bueno y sus aplausos y que no podían ser otros que quienes optan por llamarse, tras imponernos unas marcadas y segregacionistas reglas de juego democrático, nuestros máximos representantes: nuestros políticos con responsabilidad y representatividad en tanto en cuanto son los responsables del control, la productividad, la eficiencia y la gestión de nuestro erario, como indiscutible posesión del Estado encaminada a proteger y desarrollar la mejora de calidad devida de la ciudanía y que sin temblarles el pulso han ido dilapidando.
A ambos, representantes directos y políticos, si es que en este país aún se puede decir algo, deberíamos y cuanto antes exigirles responsabilidades. No debemos consentir y tampoco comprender, tras habernos demostrado su pésima “buena voluntad” y su peor hacer, porque de ser así, estaremos nosotros dando también el visto bueno a ser entendidos como una especie de pseudo-ciudadanos, con lo que nos acabaremos autodiscriminando.
Es hora ya de tirarse a la calle de manera inclusiva con el resto de la población, si de verdad nos autoproclamamos parte de ella porque nuestros problemas son los mismos, con una única salvedad, que dadas nuestras circunstancias, en nosotros se acrecientan.

INSURGENTE.ORG