viernes, 10 de octubre de 2008

Cuerpos Diferentes: Placer y Sexualidad



Es necesario separar en este análisis, los derechos sexuales y reproductivos. Los derechossexuales contienen una serie de derechos que reconocen y garantizan el respeto a la
libertad sexual, a la salud sexual, a la autonomía, a la integridad y seguridad sexual del
cuerpo, a la privacidad, al placer, a la expresión sexual emocional, a la libre asociación, a
la toma de decisiones reproductivas libres y responsables, a la información basada en el
conocimiento científico y a la educación sexual integrada, entre otros.
Los derechos sexuales pueden clasificarse como términos en construcción, que se ubican
dentro del marco de los derechos humanos a la vez reconocidos por instrumentos
internacionales firmados y ratificados por los gobiernos. Pero no son ellos, sino se hacen
desde la cotidianidad y las vivencias de las personas.
Asociado a la "asexualidad" de las personas con discapacidad, aparece "ausente,
desaparecido" el asunto del placer sexual, según expresa Tepper. El ejercicio de la
sexualidad en nuestra sociedad es tomada como privilegio del blanco/a, heterosexual,
joven, y no discapacitado. El placer sexual, se entiende entonces como una recompensa
por adquirir un producto perfecto. La sexualidad como fuente de placer no se reconoce
para las poblaciones que comumente han estado marginadas en la sociedad.
Contribuye a esta mirada, el que se mantengan mitos y falacias en torno a la sexualidad y
el placer. El punto de vista que relaciona la sexualidad con la reprodución, y en este caso
de la reproducción de la "persona normal" la que disfruta al máximo su ciudadanía, ha
servido para mantener la exclusión de las personas con discapacidades. Otro mito es el
punto de vista cultural que expresa que el sexo es fuente de peligro y por ello se piensa que
a las personas con discapacidad hay que protegerlas, especialmente a las mujeres. De esta
manera estas personas no son consideradas para la reproducción, menos aún se piensa que
son capaces de vivir el sexo para el placer.
En los aspectos afectivos y sexuales, muchas veces al interior de los hogares se asume que
las mujeres con discapacidad son seres asexuados. No se entiende que tenga deseos
sexuales y necesidades afectivas de pareja, las familias desconfían mucho de quienes se
acerquen a ellas por temor a que sean burladas.
Con la discusión de la sexualidad en un tono más sincero y abierto se habla ya de la
sexualidad de las personas con discapacidad para asumir que tienen una vida sexual activa
y sobre todo que tienen derecho a ejercerla.
A pesar de las dificultades muchas mujeres con discapacidad, escogen ser sexualmente
activas, en ellos se asumen las privaciones que producen el tener un cuerpo diferente, por
ejemplo: algunas posiciones para las relaciones sexuales, y fantasías eróticas de las que
disfrutan quienes no tienen estas discapacidades físicas, así como la percepción de la
menstruación, Algunas cuentan que los factores culturales de tener relaciones sexuales
espontáneas les resulta limitante, pues ellas necesitan algún acomodo para ejercer la
relación.
Lagarde señala que en el centro de la organización del mundo, como sistema de poder
basado en el sexo, se encuentra el cuerpo subjetivado. Los cuerpos no son sólo productos
biológicos: la sociedad hace grandes esfuerzos para convertirlos en cuerpos eficaces para
programarlos y desprogramarlos. Cada cuerpo debe ser disciplinado para fines sociales que
la persona deberá hacer suyos y si no lo logra vivirá conflictos y problemas de identidad,
pero vivirán las dificultades de llevarlos a la experiencia. El cuerpo es el objeto más
preciado del poder en el orden de los géneros.
Los cuerpos diferentes de las personas con discapacidad son sometidos a estos controles,
por ello son productos de sufrimientos, de estigmatización. Es cierto también que en el
transcurso de la vida de las personas, cambia la organización de los géneros y las personas
hacen sus modificaciones.
Pero las mujeres en general y en ellas las mujeres con discapacidad, cuyos cuerpos son
expropiados, que no puedan cumplir cabalmente su mandato "de ser para los otros", ya
que otros/as deciden por ella, son excluidas, marginadas, se convierten en estereotipos
para la discriminación.
La reapropiación del cuerpo para sí, para su YO, por las mujeres en general y en particular
las mujeres con discapacidad, con sus cuerpos diferentes, como su "forma de estar" en la
vida, su ser para sí y no para los otros, lleva a los cambios necesarios, a las formas de
rebelarse desde la adversidad. La sociedad, las instituciones se apropian de los cuerpos,
hacen sus mandatos y no crean condiciones para el cumplimiento de los mismos. Lagarde
dice que así "las transgresiones de las mujeres se expresan en el cuerpo, en sus funciones,
en las relaciones, en su sexualidad y en el poder".
Al abordar lo que sucede con las "lesbianas con retos físicos" encontramos también que
por mucho tiempo han permanecido aisladas. Muchas piensan que al hacerse públicas se
someten a la burla, a la mirada acusadora, cuando ya las lesbianas han sido atacadas de
diferentes maneras, suponen que hacerse públicas con su diferencia física, las hace
doblemente vulnerables. El libro "Mi cuerpo, mi decisión" recoge algunos testimonios de
lesbianas con discapacidad física, que expresan que la sociedad asume a las personas con
diferencia física como seres asexuados. Dicen que amar a otras mujeres es parte de la
aceptación de ellas mismas como mujeres. Otro sector opina que a menudo las lesbianas
les aceptan más con sus cuerpos que a los hombres. Mientras otro grupo refiere que al
contrario, las lesbianas marcan distancias con ellas. La idea, dice alguna, es aceptar la
doble identidad, para vivir con más plenitud. Es notorio que en Estados Unidos se han
agrupado en redes y alianzas que cada vez las hace más públicas.
En este caso "hablar de las necesidades sexuales" es algo que todas las personas con o sin
discapacidad, lesbianas o no, hacen para poder satisfacerse.
Kim Best, señala que las investigaciones expresan que la población de jóvenes y
adolescentes con discapacidad viene ejerciendo su sexualidad tan igual que sus similares
sin discapacidad. Ellos/as inician su vida sexual antes de cumplir la mayoría de edad. Lo
preocupante es que lo hacen muchas veces sin contar con la información y protección.
Frente a la medicalización de la sexualidad, es necesario, insistir en la construcción de
alternativas a estas tendencias, buscando en las posibilidades que dan la educación y la
información para colocar el debate sobre la sexualidad más allá del campo médico.
En este caso, es interesante seguir a Tepper cuando explica que el placer es una afirmación
de la vida y que agrega significado a nuestras vidas. Es un remedio para el dolor, físico y
emocional. El efecto analgésico del placer sexual se ha medido realmente en los estudios
del laboratorio. El placer sexual puede realzar una relación íntima. Puede agregar un
sentido de conexión con el mundo o el uno al otro. Puede ayudar a construir nuestra
inmunidad contra los mensajes de los medios que nos producen la sensación de que no
merecieramos el placer.
Aloyma Ravelo, cita "El Tratado de Medicina Sexual"que aconseja estas sabias
recomendaciones a las personas con discapacidad:

· Un pene erecto no hace sólida una relación como tampoco una vagina húmeda.
· La incontinencia urinaria no significa incompetencia en la respuesta sexual.
· La ausencia de sensaciones no significa ausencia de sentimientos.
· La imposibilidad de moverse no representa imposibilidad de sentir.
· La presencia de deformidades no significa ausencia de deseo.
· La dificultad para realizar el coito no significa incapacidad de disfrutarlo.
· La pérdida de los genitales no representa la pérdida de la sexualidad.

Si el cuerpo es nuestra forma de estar en el mundo, de comunicarnos con el "otro", un
inicio del cambio de percepciones es la propia aceptación "de ese cuerpo" y cuidado del
mismo y para las personas con discapacidad física motora estos son pasos previos a dar en
la búsqueda del placer sexual. Un trabajo más intenso de parte de las mismas personas con
discapacidad, en lo referente al conocimiento del cuerpo, al autoerotismo, conducen a las
mejores vivencias del placer sexual, en especial las mujeres, sobre quienes influyen más
los modelos de perfección instaurados por la sociedad y la cultura y difundidos por los medios de comunicación.


Fragmento del artículo:
"Cuerpos diferentes -Sexualidad y reproducción en mujeres con discapacidad-"

María Esther Mogollón

1 comentario:

Morayma Nazarí Amaral dijo...

¡¡¡¡Gracias por comentar en mi blog!!!