Cada amanecer te veo ahí:desnudo durmiendo a mi lado con el rostro cargado de paz, de dulzura; repleto de amor, de luz, de tiempo, de recorridos misteriosos, de historias compartidas; de amaneceres soñados y descubiertos; de tempranas madrugadas, de veladas nocturnas e indecisas; De té con limón, de leche frita, de olvidadas tortitas que comimos. ¡Siempre, en cada gesto, devolviéndome la vida!
Desnuda yo, disfruto de tu cuerpo, del roce de tus labios, de la caricia de tu mirada; del gran silencio incontenible en tu silencio que se vuelve indescifrable en tus palabras. Disfruto de tu lucha. Me enciendo con tu llama. Me abraso con el tacto de tu piel, me pierdo entre los juegos de tu cama. Me encuentro en tu mirada nuevamente; Respiro, abrazo, crujo, rio, lloro, canto. y nazco entre tus brazos con más ganas.
Desnudos los dos, siempre desnudos. Desnudos de mentiras y patrañas; desnudos de aquel tiempo terminado; desnudos de un futuro que se acaba. Siempre desnudos regalando nuestras almas que errantes se pasean por el mundo entregándose sin ser ya más que nada. Absurda cobertura de mi móvil incapaz de transformarlas en llamadas; obstinado en descubrirme que no existen receptores capaces de escucharlas.
Pero., estamos ahí, desnudos frente a frente,cuerpo a cuerpo, llama a llama, lucha a lucha, recuerdo a recuerdo, esperanza a esperanza. Sabiendo que aunque el mundo nos destruya, nunca podrá destruir nuestras cómplices y clónicas miradas. Nunca podrán llevarse, ¡nunca! el secreto de nuestras desnudas almas.
"Dedicado a David tras 21 años de bonita y dificil convivencia, que ha sido dificil por el cúmulo de discriminaciones y dificultades a que las personas con diversidad funcional nos vemos tantas veces enfrentados; y bonita porque la fuerza de la convicción, la voluntad, la sinceridad y la desnudez integral compartidas fueron capaces de hacerla posible."
Mª Ángeles Sierra Hoyos
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